Continúa la expansión de Banyan Tree

“Ven y siéntate te van a dar un masaje” y, de pronto sentí, sobre mis hombros unas manos firmes que pareciera penetraban por mi espalda y el cuello. Los hombros empezaron a relajarse y se dejaron consentir… Eran las manos expertas de una joven tailandesa, que sin mayor esfuerzo logró, en pocos minutos, hacerme sentir la magia de lo que sería un masaje en el spa de los hoteles Banyan Tree.